EL CASTIGO DE LOS MONOS
Cuenta una antigua leyenda de África que hace miles de años los monos hacían compañía a los humanos en sus pueblos aldeas, además de que tenían la misma capacidad para hablar que los h0mbres, conviviendo y trabajando codo con codo. Pero un buen día los hombres decidieron celebrar una fiesta por todo lo alto en la que sonaron los tambores y corrieron litros de vino de palma, prolongándose los bailes y festejos durante toda la semana.
Las 200 tinajas de vino que el jefe de la tribu encargó para tal fiesta llegaron a terminarse, pero no sin que el mismo jefe hubiese bebido de ellas más que el resto de asistentes. Al día siguiente de terminar tamaña celebración el jefe decidió ir a visitar la aldea de los monos, preso de las consecuencias de tanta bebida.
Con las piernas temblorosas y la visión nublada pero con gran alegría en su corazón llegó finalmente a la aldea, pero para su sorpresa y decepción los monos decidieron reírse de él y de su resaca. Durante largo rato se burlaron del jefe de los hombres hasta que este decidió que ya le habían faltado bastante al respeto y se marchó muy enfadado. El jefe de los hombres expresó entonces sus quejas por el mal comportamiento de los monos ante el dios Nzamé, quien prometió hacer justicia.
Y así fue como Nzamé mandó llamar al líder de los monos y le pidió explicaciones por su mal comportamiento pero sólo obtuvo el silencio como respuesta y le condenó a vivir el resto de sus vidas al servicio de los hombres para reparar la falta. Pero cuando los hombres regresaron del trabajo de los monos estos le contestaron que jamás le servirían, y el jefe de los monos tramó un plan para poder castigar tal insolencia. Otra gran fiesta fue organizada pero en algunas tinajas se sirvió vino con algunas hierbas narcóticas, y después se marcaron aquellas que contenían vino normal para que los hombres no se equivocaran de tinaja. Los monos llegaron pronto y comenzaron a bailar y a beber sin control, hasta que pasado un tiempo sintieron una gran pesadez en los párpados y quedaron dormidos, siendo rápidamente atados por los hombres. Los monos despertaron de la peor de las maneras, recibiendo los latigazos de los hombres y tratando sin éxito de evitar los golpes.
Una vez que los latigazos cesaron, los monos fueron relegados a realizar las peores tareas de la aldea, pero pasado un tiempo se encararon con os hombres denunciando el trato al que habían sido sometidos, pero tal acción solo tuvo como consecuencia que los hombres decidiesen además cortares la lengua. Y así fue como los monos decidieron escapar de la crueldad del hombre y marcharse a lo más profundo de la selva, desde donde aún continúan emitiendo chillidos y saltando como si todavía estuviesen recibiendo latigazos.
Biografía
Los hermanos Grimm, Jacob Grimm (1785-1863) y su hermano Wilhelm (1786-1859) nacieron en Hanau, Hesse (Alemania). A los 20 años de edad, Jacob trabajaba como bibliotecario y Wilhelm como secretario de la biblioteca. Ambos catedráticos de filología alemana, ya antes de llegar a los 30 años habían logrado sobresalir gracias a sus publicaciones y cuentos.
Conocidos sobre todo por sus colecciones de canciones y cuentos populares, así como por los trabajos de Jacob en la historia de la lingüística y de la filología alemanas, eran los dos hermanos mayores de un total de seis, hijos de un abogado y pastor de la Iglesia Calvinista.
Siguiendo los pasos de su padre, estudiaron derecho en la Universidad de Marburgo (1802-1806), donde iniciaron una intensa relación con C. Brentano, quien les introdujo en la poesía popular, y con F. K. von Savigny, el cual los inició en un método de investigación de textos que supuso la base de sus trabajos posteriores. Se adhirieron además a las ideas sobre poesía popular del filósofo J.G. Herder.
Entre 1812 y 1822, los hermanos Grimm publicaron los Cuentos infantiles y del hogar, una colección de cuentos recogidos de diferentes tradiciones, a menudo conocida como Los cuentos de hadas de los hermanos Grimm. El gran mérito de Wilhelm Grimm fue el de mantener en esta publicación el carácter original de los relatos. Siguió luego otra colección de leyendas históricas germanas, Leyendas alemanas (1816-1818). Jacob Grimm, por su parte, volvió al estudio de la filología con un trabajo sobre gramática, La gramática alemana (1819-1837), que ha ejercido gran influencia en los estudios contemporáneos de lingüística.
Fueron profesores universitarios en Kassel y Göttingen. Siendo profesores de la Universidad de dicho lugar, los despidieron en 1837 por protestar contra el rey Ernesto Augusto I de Hannover. Al año siguiente fueron invitados por Federico Guillermo IV de Prusia a Berlín, donde ejercieron como profesores en la Universidad Humboldt y como miembros de la Real Academia de las Ciencias.
Cómo la sabiduria se esparció por el mundo |